PELIGRO! SUELO MOJADO

Un día,
cuando acompañaba en el proyecto 
«Garai Montessori»

Una pequeña reflexión, a partir de una experiencia vivida:

En Garai, como en todo espacio donde se presta atención a los procesos y se respeta el ritmo de cada criatura dándole tiempo para que conecte consigo misma, suceden momentos mágicos repletos de emoción, responsabilidad, ilusión, autonomía y juego. Momentos de aprendizaje para ellas, pero también para nosotras en nuestra labor de acompañarles.

Un día de puertas abiertas.

A. llegó algo inquieto a nuestro espacio preparado: Garaienea.

Tras el ritual de bienvenida (saludarnos, quitar zapatos, limpiar manos…), decidió que iba a jugar en la mesa de agua y se puso manos a la obra.
Después de un rato de experimentación

¡Aquello parecía una piscina!

El agua iba avanzando peligrosamente hacia el pasillo, y A. no parecía darse cuenta de la situación. Era momento de intervenir. Me acerqué con cuidado para no mojarme (procurando que A. se diese cuenta de mis dificultades) me puse a su altura y le hablé.

YO: – ¡Uhy! Menos mal que me he dado cuenta de que está el suelo mojado antes de patinar y hacerme daño. 
A: – Sí, es que estoy poniendo el agua aquí y se me ha caído un poco. 
YO: -Ya veo… ¿Qué podríamos hacer para que nadie se resbale si quiere pasar al baño? Es que mira, justo tengo que pasar por aquí si quiero hacer pis

Le pregunté esto, con la intención de que él mismo propusiera fregar aquello… Pero la gente pequeña puede sorprendernos con ideas geniales, y es importante estar atentas para seguir esas propuestas, para alimentar cada oportunidad de aprendizaje y descubrimiento… Es importante ser capaces de dejar de lado nuestras expectativas, y simplemente confiar.

No me sigan a mí, sigan al niño…

María Montessori


A. me miró pensativo, y vi cómo se le encendían los ojos (había tenido una idea). 
Entonces empezó una narración sobre un día que fue con su madre de compras, y había un cartel amarillo con un niño que caía para avisar de que el suelo resbalaba.

¡Qué historia tan interesante! – Le dije – Lástima que no tengamos uno de esos carteles… ¿Qué quieres que hagamos entonces?

Esperé… Pero el silencio revelaba que A. todavía no es consciente de todas las posibilidades que tiene en Garai..

¡Claro! siendo su primer día no sabía que en el taller hay cartones, maderas, y otros materiales para crear lo que te apetezca. Se lo comenté, y su cara lo decía todo cuando se enteró de que en Garai se puede pintar con las manos un cartón de amarillo para hacer su cartel.

Las posibilidades de un ambiente preparado…

-Venga, que te ayudo a recoger todo esto, y nos ponemos a preparar el cartel… Así cuando otra txiki esté jugando con agua, podrá avisar al resto para que no se resbalen.


Fregó el suelo, casi sin darse cuenta, recogió lo que estaba haciendo y se puso manos a la obra con su siguiente empresa: Crear un cartel amarillo.

Disfrutó del proceso.

Dibujó incluso (a su estilo) el niño resbalando…

¿Y ponía unas letras? – le pregunté – ¿Cuidado?

Me miró con un algo que no sabía muy bien qué era, y entonces caí en la cuenta de que seguramente no sabe las letras.

¿Te gustaría escribirlo? – propuse – puedo ayudarte con estas letras. – Sugerí mientras le mostraba el material que utilizamos para los primeros pasos en la escritura.

Despacio, poco legible y con letras enormes, A. consiguió escribirlo por sí mismo.

Tal era su satisfacción, que cuando le propuse pegar en su cartel la hoja donde había estado escribiendo, va y la planta justamente en el centro, para que se vea bien

¡Incluso encima del dibujo que él mismo había hecho!


Me fascina como la infancia es capaz de vivir en el presente más absoluto, sin importar nada más…

Grandes maestros los niños y las niñas.

VALORES

Lo que es importante para mí a la hora de desarrollar mi trabajo.

TEORÍA

Un poco de teoría pedagógica, para que conozcas mis referentes.

NARRATIVAS

Te cuento sobre mí y mi trabajo… En primera persona. Anécdotas y reflexiones

Contacto

Quieres más información?

Llámame, escribe un whats app o telegram, o envíame un email.

Estaré encantada de contarte un poco más.